Tú mismo juzgando, podrás entender—encomendándole todo, como con toda confianza, a Félix. contendían también los Judíos—más bien, “asintieron”
Porque sé que hace muchos años eres
gobernador de esta nación puedes entender que no hace más de doce
días que subí a adorar a Jerusalén. ni me hallaron … ni te pueden probar las
cosas,… PERO ESTO TE CONFIESO, QUE SEGÚN EL CAMINO QUE ELLOS LLAMAN
HEREJÍA, ASÍ SIRVO AL DIOS DE MIS PADRES, CREYENDO TODAS LAS COSAS QUE EN LEY Y
EN LOS PROFETAS ESTÁN ESCRITAS; teniendo esperanza en Dios que ha de haber
resurrección … la cual también ellos esperan.
procuro yo—El “yo” es enfático. tener siempre conciencia sin
remordimiento, me hallaron purificado en el templo—No
profanándolo, pues, ni con su propia presencia, ni con gentío ni alboroto. Entonces Félix … bien informado de esta secta. Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer tu asunto. Félix con Drusila, su mujer, la cual era Judía—Esta
hermosa pero infame mujer era la tercera hija de Herodes Agripa I, quien fué comido de
gusanos y la hermana de Agripa II, ante el cual Pablo se defendió más tarde llamó a Pablo, y oyó de él la fe que es en Jesucristo disertando él de la
justicia [con referencia al carácter público de Félix], y de la continencia [con referencia a la vida inmortal de él], y del juicio venidero [cuando tendría que dar cuenta de ambas cosas], espantado Félix respondió: Ahora vete; pero cuando
tenga oportunidad te llamaré—¡Ay de
Félix! Esta fue su oportunidad de oro.
Complementado con el comentario “Sword of the Lord”