Hch .19: 23-40
Mirando que las ganancias iban a perder los que hacían imágenes de Diana, cuyo centro de adoración estaba en Efeso con un gran templo, y analizando que la doctrina de los cristianos era de adorar sólo a Dios, desechando la idolatría, se exaltaron de tal manera que arrastraron a Gayo y Aristarco, compañeros de Pablo, macedonios de nacimiento. Pablo quería presentarse pero los discípulos no le dejaban, y en esa gran confusión empujaron a Alejandro, un judío para que hable, pero después no quisieron y gritaban por dos horas mas o menos GRANDE ES DIANA DE LOS EFESIOS, este hombre dijo que nadie puede negar que Efeso es la guardiana de la gran Diana y de su estatua caída del cielo, y podemos ser acusados de rebelión pues estos hombres no han dicho nada en contra de Diana. Y así logró calmar los ánimos y se disolvió la Asamblea.
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